Can Gramunt es una de las antiguas masías de origen medieval de La Torre de Claramunt, construida en el siglo XVI.
Tras su rehabilitación integral los años 2010-2014, alberga tres amplios apartamentos turísticos y una sala polivalente, con piscina, jardines y terrazas con magníficas vistas, situados en un entorno pintoresco entre viñedos y montañas de la Cataluña central.
El recinto conserva su estructura centenaria, con la casa principal y anexos amurallados. Entre sus paredes se puede encontrar todo tipo de encantos:
El patio
El patio de entrada da la bienvenida a los huéspedes, con un ambiente mediterráneo, el olivo centenario y el melocotonero. El viejo portal de madera de entrada a la vivienda del casero de la casa lleva la huella de muchas generaciones, y en un rincón se encuentra el pozo que en su día hacía posible la vida en la masía.
El jardín
Por un pasillo entre la casa principal y el edificio anexo se llega a la arcada restaurada que lleva a los apartamentos de la casa, y al jardín. Este espacio queda resguardado por el antiguo muro perimetral de piedra, pero la gran apertura adyacente a la terraza de tarima de madera permite unas magníficas vistas sobre el valle hacia el Castillo de Claramunt y Montserrat.
La piscina
En el jardín se encuentra la piscina con unas extensiones de 4.00 x 10.00 metros, rodeada de césped. Un extremo de la piscina tiene una profundidad de tan sólo 0,80m para permitir que también los niños pequeños tengan una zona donde toquen el suelo, el otro de1.80m, porque los mayores puedan saltar. Unas cómodas tumbonas o el mismo césped invitan a tirar la toalla y tomar el sol.
La sala polivalente
La sala polivalente tiene unos 80m2 de superficie, es muy luminosa por las grandes aberturas hacia el jardín y el patio, y está equipada con cocina completa. Da cabida a muchas actividades de grupo, cocinar, jugar o bailar, pero también es un espacio idóneo de trabajo para seminarios y reuniones de proyectos nacionales e internacionales, con posibilidad de proyección. Fuera de la oficina, apartado de las distracciones de la ciudad, en un entorno tranquilo y natural, permite una máxima concentración en el trabajo.
La bodega
En la entrada de la casa principal se encuentra la bodega, donde se pudo restaurar la bóveda original del techo. El espacio alberga una selección de vinos y cavas y otras delicatessen de la zona. Algunos de los productos, como por ejemplo un vino blanco o el queso de cabra, proceden de la granja de al lado de la masía. Son producidos de forma artesanal y casi exclusivamente para nosotros.
El melocotonero
El melocotonero del patio de entrada tal vez no sea el más apuesto de la comarca, pero gracias al cuidado de todos los implicados en la obra ha sobrevivido la reforma de la casa. Es de una especie que hoy en día ya no se encuentran mucho, y da unos melocotones buenísimos que las visitas que vengan a la época de la cosecha podrán disfrutar. Fuera de la época, se deberán conformar con su mermelada.
La escalera
La escalera de la casa fue reconstruida con la típica bóveda catalana, que ya sólo pocos albañiles saben construir. Los tramos y también el acabado se han ejecutado con la máxima fidelidad al estado original, con ceramica de la comarca y cantoneras de madera de melis. También la iluminación del hueco de la escalera a través de una ventana integrada en la cubierta, recupera el concepto original.
La cocina
Todos los apartamentos y también la sala polivalente cuentan con una cocina completamente equipada, encimera de gas, nevera con cajón de congelados, lavavajillas y todos los utensilios necesarios. La casa también dispone de lavadora comunitaria en la planta baja.
